domingo, 23 de agosto de 2009

Romance alado.


Libre, como el aire, libre
camina alegre en el cielo,
moviendo fugaces alas,
siguiendo celoso al viento.


Bajo sus pies infinitos,
el mundo sigue creciendo
con pasos agigantados,
siente que se va perdiendo.

Sus manos de cuatro garras,
su gran corazón hambriento,
buscan rabiosas la presa
que vive bajo su cuerpo.


Sus dos brillantes cristales,
impacientes y con miedo
ven el arma matadora
que con la presión del dedo,
dispara traidora bala
para que él caiga muerto.

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