miércoles, 22 de diciembre de 2010

Injusto

Hay cosas que van contra natura, no las entiende ni Dios

Lo habían vencido,
pero seguía luchando,
por su hija,
por su mujer,
por sus padres,

por sus hermanos,
no por él,
sabía que lo habían vencido.

martes, 12 de octubre de 2010

LUCHA!

Siempre se dice, pero una vez más se vuelve a confirmar. ¡Qué injusta puede llegar a ser la vida!. Superas una de esas temibles enfermedades una vez y te ilusionas, más si cabe, por vivir. Pero, de repente, un día de esos en el que te hacen una prueba rutinaria, la pesadilla comienza de nuevo y lo malo esta vez es que, probablemente, no despiertes de ella. El único pensamiento que pasa por tu cabeza es evitar que los demás sufran pero, ocultar lo que te ocurre probablemente haga más daño ¿o no?. Todo son dudas las cuáles nadie te puede ayudar a resolver. Luchas contra tu sentimiento de rabia, de impotencia, de alejarte del mundo conscientemente sin sufrir. Todo es luchar, contra ti mismo y contra tu enfermedad que cada vez te debilita más y más.

Pero tienes que ser fuerte, no puedes tirar la toalla. ¿Y si las cosas dieran un giro de 180 grados y de repente comienzas a mejorar?. Pero ¿si no es así y todo transcurre tal y como el médico te ha explicado y como has oído en cientos de casos similar al tuyo?.

Podría hacer una lista de todas las cosas que has conseguido y las que aún te quedan por hacer e ir tachando una a una las que faltan. ¿Y si quedase alguna sin tachar? .Te irías con un sentimiento de frustración probablemente. O quizás antes de morir mirases la lista y pensaras: no ha ido tan mal esta vida. ¡Cuántas cosas logré!.

Tanto que pensar, tanto que hacer y tan poco tiempo por vivir.

viernes, 13 de agosto de 2010

TIEMPO


Decidiendo el futuro,
me encontré con el pasado,
mientras el presente escapa
sin poder ser aplacado.

Y si el presente pasa,
si el pasado está parado,
el futuro que nos viene
¿aparecerá bien presentado?.

El presente ya es pasado
y el futuro ya es presente
pasado, presente y futuro
se olvidan y son pensados.

domingo, 20 de junio de 2010

Cómo quisiera!



Quisiera encontrarte, sonreirte, escucharte.
Quisiera hablarte, sentirte, incluso abrazarte.
Quisiera pero no puedo,
porque ya no puedo confiarte.

miércoles, 17 de marzo de 2010

FRAGMENTO DE: EL HEREJE

La cantera había dado sombra a la ciudad sin tomar en cuenta el crepúsculo creciente, no le importaba cual ánimo estuviese el anochecer, simplemente se dio por cuestiones matemáticas del cielo. El pasadizo secreto jamás había sido descubierto, al menos eso siempre creí, los mismos vampiros lo usan para esconderse de los cazadores. Yo no lo he optado para ello, simplemente es el sendero que lleva a mil caminos, a veces por ningún sitio, sin embargo, el perderse por la atmósfera hace que se pueda reconstruir las fases del atardecer. La sal era un elemento para la magia, también la pimienta, algunas ocasiones era el algodón y la plata —pocas ocasiones—, todo el dulce de este ilustre campo no es más que la que uno dibuja en su contorno. Me duele el brazo, también la hiel, un poco más la primera. El golpe fue cuando de voluntario me condené:
— ¡Oigan soy hereje!
No me creyeron, tanta belleza en ese rostro tan fino no podía ser sincero. Me dieron veintidós días para juzgarme, nunca conocí a la mujer, ni tanto por la condenada alquimia, simplemente decían que si hacías tal acción eres considerado hereje. Durante un mes me dejaron y me invitaron al sermo generalis... fue gracioso, sobre todo el castigo que el veredicto me dio:
—Garras de gato.
No me dolería, obviamente. Raspones, pulsos, cuchillas que se injertaban en la piel, deslizo lento, evaporando el agua contenida en la cutis. Lentamente formaban el tatuaje, y así, levemente, me deshacía en el dolor infinito, habiendo muerto, como se suponía que debía morir.
Pero no, como siempre, nunca muero...

Tarde

Va siendo hora de dejar de hibernar, pensaba mientras el sol calentaba su lomo. La pequeña grieta permitía que un rayo penetrara iluminando la cueva que le sirvió de refugio durante todo el invierno.
Intentó abrir los ojos, pero fue incapaz. Los párpados pesaban demasiado y el esfuerzo necesario para levantarlos era excesivo. Puedo seguir hibernando unas horas más, pensó, luego me costará menos abrirlos. Y así lo hizo. Y pasaron horas, días, meses… y lo intentó de nuevo. Esta vez no tuvo problema, los ojos se abrieron de repente en el primer intento, pero volvía a ser invierno.

miércoles, 6 de enero de 2010

Generaciones

No sólo tenemos un nuevo miembro en la familia que ya va a cumplir un añito, sino que tenemos también un nuevo seguidor de la Marcha Radetzky que finaliza el Concierto de año nuevo que se celebra cada año en Viena.

Todos los uno de enero, hacia la una de la tarde, se oye la voz de mi padre por el pasillo: ¡Qué empieza!. Rápidamente, atendiendo al reclamo, toda la familia nos reunimos alrededor de la tele y, tocando palmas, tarareamos la marcha.

Al principio él estaba sorprendido, no sabía muy bien lo que ocurría. Pero rápidamente levantó la mirada desde el suelo en el que gateaba, se incorporó y comenzó a bailar moviendo el tronco de de un lado hacia otro mientras también aplaudía.

Las tradiciones van pasando de generación en generación.


Ahí va la versión del año pasado que, haciendo balance, tuvo momentos inolvidables.