sábado, 24 de febrero de 2007

Decisión dificil

Ha sido una decisión dura -como dirían todos los indecisos- pero por fin me he lanzado a escribir para otros ojos que no sean los míos o los de algún profesor impertinente que, subido en la tarima y gritando por encima de las voces de protesta, se hacía oír: "¡Redacción para mañana!, he dicho ".
No suelo ser persona constante. He comenzado multitud de actividades que al final han quedado abandonadas en el fondo de un armario o arrojadas en una papelera. Una de mis iniciativas más recientes y curiosas ha sido el encaje de bolillos. ¡Quién me iba a decir lo relajantes que resultan los golpecillos de los bolillos cuando cruzaba hacia un lado y enredaba hacia el otro!. Estuve "relajada" varios meses y ahora sólo me acuerdo de ellos cuando, intentando encontrar lo que he guardado precisamente para que no se me olvide dónde está, veo la bolsa que evita que se llenen de polvo.
Me he propuesto recoger mis "relatillos", antes de que vayan directos a la papelera, para compartirlos con todo aquel que desee leerlos. ¿Lo conseguiré?