martes, 26 de febrero de 2008

¡Qué complicado decidir!

Durante más de dos años he soñado con las palabras: puedes "volver a casa". Pero de repente llega ese día, llega la llamada esperada, y no puedo tomar la decisión. He ansiado tanto este momento que creo que lo he idealizado. Se ha convertido en un amor platónico que al convertirse en real pierde todo su interés.
La decisión implica algo más que un simple cambio de lugar de trabajo. Implica comenzar otra nueva vida que probablemente se convertirá en rutinaria. Y no quiero eso. Creo....