martes, 12 de mayo de 2009

Compatibles incompletos

Eran la pareja perfecta. Él no soportaba las pasas que siempre se depositaban en el fondo del paquete y ella odiaba los trozos de coco. Cada mañana se desperezaban y antes de nada, calentaban la leche, no demasiado ya que los cereales sino luego se reblandecían. En eso estaban de acuerdo. A continuación, ella tomaba la bolsa, y con mucho esmero, dejaba caer muy despacio los cereales para que los trozos de coco quedaran retenidos. Luego pasaba la bolsa a su compañero, que como casi todo hombre, no tenía la paciencia y a lo bruto vertía los cereales con grandes cantidades de pedazos de coco que le encantaban. El final de la bolsa siempre se lo comía ella, las pasas quedaban allí.

Tenían la estrategia perfectamente estudiada. Pero, una fatídica tarde de sábado, al ir a hacer la comprar, los cereales no estaban. Habían volado y, no porque ese día se acabaran, sino porque ya no los elaboraban. Los nuevos cereales tenían trozos de plátano y no les gustaban a ninguno.

2 comentarios:

King.COM dijo...

Acaso fue el plátano lo que acabó con la estrategia perfecta?

Dominas más este medio? ;)

narradora de bolsillo dijo...

¡Lo que ha unido los cereales, que no lo separe el plátano!
Creo que nunca hay estrategias perfectas.
No domino el medio, pero me defiendo mejor, creo.