domingo, 23 de agosto de 2009

Romance de Luna


La luna dorada llega,
llega con su capa blanca,
con su corazón helado,
helado sin esperanza.


¡Por favor no os la llevéis!
¡Luna, por favor dejadla!


Por su nacarado rostro,
lágrima se deslizaban,
con dulce sabor salado,
sabor de muerte cercana.


¡Por favor no os la llevéis!
¡Luna, por favor dejadla!


Dormida en la cama yace,
en el ataúd de lana,
los rayos de las estrellas,
el velatorio esperaban.
Entre las moradas manos,
cirios y velas portaban,
los rezos de las mujeres,
en la habitación lloraban.


¡Por favor no os la llevéis!
¡Luna, por favor dejadla!


Los lamentos son los ruegos,
las súplicas son llamadas,
para la niñita enferma
para la niñita amada.


¡Por favor no os la llevéis!
¡Luna, por favor dejadla!


La madre quiere consuelo,
quiere a su hija del alma.
Pero la luna se fue,
se llevó lo que adoraba.

No hay comentarios: